Todo el mundo sabe que las historias de los taxistas son como exageradas, casi parecen invenciones de una mente enajenada, sumamente inventiva...
Nochevieja 2006-2007 en Madrid...y es verídico.
Un taxista currante con su coche nuevo,impecable, un Vectra que aún está pagando, tiene la "suerte" de trabajar esta noche; el servicio es contínuo...esa noche no paran de subir todo tipo de especímenes. Decide, por tanto, tras unos cuantos sucesos con alcoholizados potencialmente peligrosos para la impecable tapicería, no poner el pilotito verde de Libre para así poder elegir la "mercancía".
Vaya, el cuadro de Madrid ha sido espantoso,según me cuenta. En plena calle, una de esas laargas sin fin, unos veinte tíos dudosamente conscientes se lían a ostias con un grupo de unas veinte tías totalmente fuera de sí... ahí,en medio de la calle, se monta un pifostio de gente gritando, tías con las medias echitas trizas y tíos blandiendo las corbatas cuan soga mortífera...enloquecidos, imaginad el espectáculo, digno de una peli de Tarantino.
En una carrera corta, coge a un tío, que empieza a tambalearse como un tentetieso en el asiento trasero; decide parar, por ver qué le pasa...y menos mal,el chico abre la puerta y echa la rava en plena calle (que no en el coche, imaginad, si podéis, el aroma de tales sustancias, entre los langostinos y los cubatas de garrafón).
Y esto no es nada: parado en un semáforo, cuenta el hombre, me ha dado el coche de detrás. "No frenó a tiempo" le dije. No...en realidad estábamos parados, "...¿?", al soltar el embrague, con la MARCHA METIDA, me dio el golpe, imagina su estado, y se fue, sin más, evitando consecuencias... estoy a todo riesgo, menos mal.
Genial. De verdad, dantesco. Observaba mientras gente tirada en las calles, como moscas pegadas en las tiras esas pringosas, daba igual la mierda, el frío, o los vómitos del vecino de acera... qué debuti, tengo que probarlo.
A todo esto, muy cerca de mi destino, pillamos otro semáforo en rojo, para no variar.Bien, se pone en verde, pita el taxista al ver que no se mueve el de delante, después de unos minutos, nos ponemos a su altura...allí estaba, el angelito, dormidito apoyado en el volante, dormido del todo, con babitas colgando además.
Paramos y se baja un hombre de otro coche, era guardia civil...¿y ésto, macho? el taxista no da crédito...
qué indignación me llevé cuando el representante, aunque no de servicio, de la Guarda del bienestar social, puso cara de CERO, pues sí, no es mi jurisdicción, en Madrid ya está la Policía Local...¡tampoco es que la llamara!No hizo absolutamente nada...de nada.
Ahora, además de resaca y fatiga crónica, tengo una indigestión mental.
Estas historias serían graciosas si la botella estuviera medio llena, pero me la mamé enterita ayer noche.
¡Feliz
resaca de año nuevo, compañeros!