Me encanta ese sonido que acompaña estas noches agradables; la de los grillos es de esas frecuencias que te acunan, adormecen y relajan el espíritu, de nuevo, perdido desde hace ya algunos meses...
Es algo que no te molestas en valorar hasta que dejas de sentirlo, de tenerlo... lo echas en falta; de golpe y porrazo, valoras enormemente su importancia.
Ese ronroneo nocturno, ese canto de los grillos, me recuerda todo lo que voy perdiendo, abandonando, fuera de mi sin más. Sin opciones, sin poder hacer más...los grillos callan, va haciendo frío.
Esta sensación melancólica de tener una necesidad de algo perdido me viene golpeando una y otra vez en diferentes momentos de mi vida. Así he llegado a valorar lo que quiero, a luchar por lo que creo, y, últimamente, a soñar con los sueños.
Voy siendo feliz con pequeñas y grandes sonrisas, ocasionando mis momentos de emociones variadas, fabricando momentos que me "remuevan" a mí misma.
Soy así, igual que todo quisqui, porque el entorno me ha moldeado de esta forma, las circunstancias de la vida te obligan a tomar caminillos escabrosos, otras veces fáciles pero dudosos... en mis senderos suele haber rocas atravesadas que no puedo escalar ni rodear; a veces me he sentado a esperar, pensando. Ahora pienso escavar a través, ¡eso por mis wevos!
Oposiciones Maestros 2007: una muy buena opción.
Si no la consigo, tengo perspectivas.
No creo que pueda soplar tanto en estos meses. Sin desinfles, sólo control del diafragma y que fluya el Chi.
Ciao ciao!