Parece que empieza mi racha buena... empieza a irme bonito, ya venía siendo la hora.
Según la filosofía oriental, la vida, cíclica, ha de pasar por las mismas fases, una y otra vez, y, en la rueda de las vivencias, la suerte viene y va, todo fluctúa, manteniendo así el equilibrio.
Pero vamos, que yo ya estaba un pelín DESEQUILIBRADA, toda loca, buscando la jodida fluctuación de las narices...
Y por fin, hoy, nada ni nadie, ninguna hecatombe podrá bajarme de la nube. Estoy volando, muevo mis alas sin esfuerzo. Todo gracias a un consejo: frente a una situación en la que no sepas las decisiones idóneas, piensa en cómo harías para complicarlo todo más, las tremebundeces que se te ocurran, qué decisiones tomarías para que, verdaderamente, todo sea un puto desastre.
En fin, funciona. Al día siguiente tomas decisiones acertadas en el más breve tiempo, sin romperte la cabeza con las posibilidades, los "..y si ésto...lo otro", yo, indecisa, he vuelto a la vida.
BONITO, y llevo todo el día con esta canción en la cabeza (a veces pienso que hay demasiada música en mi cerebro...)