2006-10-31

MATANDO DE SED...POR JUGAR CON UN PALO.


Los escándalos inmobiliarios que aún salpican las noticias informativas no son ningún misterio para nadie que viva en una zona de reciente crecimiento, y tenga ojos en la cara...
Está en boca y mente, de todos y cada uno, el hecho de que la 2ª residencia a modo de inversión ha causado este boom de la vivienda, y también de las especulaciones y juegos de magia matemática de poderosos botarates.
Lo peor es la sensación de que siempre ha existido y siempre habrá personas que olviden su integridad en valores correctos para la convivencia en sociedad se vendan al capital de la forma más vil, y nos tomen el pelo descaradamente.

LO QUE YA NO ES ni MÍNIMAMENTE soportable es la reproducción de zonas residenciales diseñadas para una minoría, compuesta por mayoría de ladrones, que nos restriega por la cara que su sucio dinero lo compra todo, hasta nuestros esfuerzos como hormiguitas para ahorrar agua, por ejemplo.



El tema es: EL GOLF, deporte nacional... surgen como setas nuevas zonas de chaletazos que lindan con estos Camposantos con agujeros en los que entierran el agua que ahorro lavándome los dientes, duchándome o regando mis plantas.

Qué bien, señores, a ver si un día surge de un hoyo el Señor Mojón que os dedico desde mi inodoro, con todo mi amor digestivo.



Echad un vistazo a estos DATOS (Javier Mesa-> Diez minutos) y comprenderéis mi ira...

El 1 de enero de 2006, la Real Federación Española de Golf constataba la existencia en nuestro país de 308 campos de golf.
Apenas unos diez meses después, la cifra se sitúa ya en 324, un ritmo de construcción muy alto para dar servicio a un deporte con 297.029 federados, apenas un 0,6% de la población española.

... El 80% de los campos cuya construcción está prevista hasta 2010 está asociado a un complejo residencial?
... Andalucía cuenta con 4.400 hectáreas dedicadas al golf

Cada campo de golf, por término medio consume cada año 700.000 m3 de agua (en muchos casos potable y no siempre reciclada), según un informe de Greenpeace, lo que equivale al consumo anual de una población de 15.000 personas.
La mayoría de estos paraísos verdes (65%) se ubican en comunidades que el Observatorio para la Sostenibilidad de España ha calificado como de alto o muy alto riesgo de desertificación: Andalucía (93), Cataluña (42), Comunidad Valenciana (23), Islas Baleares (23) e Islas Canarias (19).