LUNES...

¿Por qué cuestan tanto los Lunes?

- Porque acaba ese fin de semana de agradables y llevaderas discusiones sobre dónde se debe colocar, cómo se debe hacer, cuándo colgar-pintar-ordenar-limpiar...

- Porque a pesar de que siempre pensamos en descansar de una semana tediosa en un puentecillo escaso pero agradecido, bebes de todo menos agua, ingieres todo lo opuesto a sano y ligero, trastocas tu sueño por el beneficio de seguir hablando y fumando, y dejas la cuenta temblando junto con tus niveles de estrés.

- Porque sufres una tediosa y larga dominguitis que deja valdado al más animoso, mientras, limpiando-planchando-ordenando-cocinando todas las ideas que rondan tu cabeza tienen relación con que es domingo, día del señor y del descanso, traducido en nuestro universo como Día de la limpieza y la discusión, de los amigoa con resaca de puente, y de la vuelta a la rutina de esa mierda de lunes...
(¿por qué se me olvida que el domingo es fin de semana y no un puente hacia la cruda realidad?)


NO ME EXTRAÑA. Los lunes amanecemos maltratados de ocios y desfases, cansados, irascibles, cabreados con el mundo, el tiempo y los jefes...
Pero también descansamos, de verdad, descansamos...aunque se desate ese Anibal Lecter que todos llevamos en el corazón...dormido...pero alerta...
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