Y aquí tengo a dos bestias
devora-piensos, en la entrada tumbados, mientras fuera continúa crepitando una lluvia insistente y necesaria.
A Kimbo (izquierda) le estamos buscando un dueño que quiera un perrazo de guarda obediente y alerta; ahora que ha echado el pelo de verano está guapísimo y pondremos fotos en polígonos donde necesiten sus gratos servicios.
La solución es ésta (quedarnos con él hasta que encontremos alguien) o la oficial, legal y cruel de llevarlo a la perrera que esté concertada por el ayuntamiento, donde lo gasearán en dos minutos al ser grande y comilón
(para colmo la perrera de la zona está denunciada por maltrato a los animales "-S ).
El caso de Kimbo es especial: tiene chip y pertenece a un trabajador de una empresa de seguridad que ha cambiado de sitio varias veces; este dueño (que ya no trabaja en esta empresa) creía que ya habían cambiado los papeles del chip (no se responsabiliza, lógico), el jefe (encima, señor Don No Se Qué) nos mandó a otro empleado cabreado que vino sin DNI (osea, Perico el de Los Palotes) y al que yo imaginé deshechando al animal en medio de la carretera...
Así que, previa llamada a la guardia civil para avisar de que lo tenemos, estamos gestionando con una clínica veterinaria el cambio de chip para cuando Kimbo sea aceptado por alguien...
Luego, eso sí, tenemos leyes contra el abandono de animales: obligar al dueño que aparece en el Chip (aunque viva a 200 km) a recoger, aunque desee matarlo, al perro que está a su nombre...
Seguimos con Kimbo desde hace más de 20 días, así que se considera abandono, desde este punto, seguiremos adelante. A ver cuál es el suguiente capítulo.